las lunas de Miranda

jueves, noviembre 17, 2005

EL CUMPLEAÑOS DE RICARD

Escuchando: quiero verte amanecer de Mikel Erentxun


Powered by Castpost

instrucciones para atrapar las nubes, de Jaime Cabrera

El año que tú naciste estrenaron McGyver en la televisión, murieron Fred Astair y Rita Hayworth, sonaban en la radio With or without you de U2, Una calle de París de Duncan Dhu y The final countdown de Europe, estrenaban la Princesa Prometida, una de mis pelis favoritas, odiaba los garbanzos del comedor del colegio, me gustaba el primo de mi mejor amiga, que era mayor y tocaba el piano, soñaba con irme a algun país de Sudamérica para hacer de guerrillera y no era la persona saludable que conoces ahora y que te lleva a comer a restaurantes vegetarianos. Más bien solía merendar en el McDonald los sábados por la tarde, le ponía mucho ketchup a las hamburguesas y todavía no era miope. Pero sobre todo naciste tú.

Recuerdo que cuando te conocí me pasé unos cuantos días intentando saber a quien me recordabas, a quien te parecías, incluso antes de que tu nombre se me grabara por fin en la memoria. Hasta que llegue a la conclusión de que solo te parecías a ti mismo. Aunque algunas veces que me recuerdes a mi misma.

Hablaría de ojos inocentes, de miradas atentas, de chicos callados. Pero mentiría. Tienes demasiadas cosas que decir como para quedarte callado. Incluso cuando llega el silencio. Y tendría que hablar de ojos plutónicos, platónicos, pletóricos. Nunca me queda claro si son grandes o pequeños. Si están abiertos o cerrados. Si mirás adentro o afuera. Seré justa. Tu mirada es atenta. Atenta al mundo, a la vida, a todo. Atentamente cósmico. Atentamente luz. Sencillamente tú.

No sé si algún día nos tocará llorar, ni si seguirás enseñándome los rincones perdidos de la ciudad, ni si todavía me explicarás tu mundo de luces, de islas mágicas, de mares y montañas. Solo sé que siempre, siempre, me haces sonreír sin condiciones cuando apareces, cuando me cuentas, cuando me escuchas, cuando me diseñas las alas que necesito, casi sin saberlo.

Que siempre tengas quien te quiera.
Que siempre tengas quien te cuide.
Que siempre tengas quien te proteja cuando duermes.
Que siempre tengas con quien cantar y bailar
Que siempre tengas consuelo cuando estes triste
Que siempre sepas lo que tienes que hacer.
Que siempre lo puedas hacer.
Que siempre entiendas la diferencia entre pensar y sentir.
Que siempre puedas capturar tus nubes.

Muchas felicidades, Ricard. Lo has conseguido. Quizás nunca sepas lo dificil que fue. Pero lo conseguiste. Felicidades.

El regalo eres tú.

Suele decirse que ahora ya podrás sacarte el carnet de conducir, votar en las próximas elecciones, ir a la carcel y firmar tus propias autorizaciones. Pero no le des muchas vueltas. Yo seguiré queriéndote igual.

Mucho.

Escrito por nimue :: 08:47 ::
---------------oOo---------------