las lunas de Miranda

viernes, agosto 04, 2006

MERMELADA DE MORAS

Fabian Giclees


Esta mañana, después de mis tostadas con mermelada de moras, que como todo el mundo sabe es la más buena, he decidido ir al gimnasio. Como he llegado tarde a la actividad que me interesaba he subido al solarium a pasar un rato. La primera media hora me la he pasado animando al sol a asomarse por detrás de un edificio de oficinas muy feo que tenía delante. Me he imaginado a toda esa gente trabajando mientras yo tomaba el sol y escuchaba música. Como no quería ser cruel, en mi imaginación les he dado vacaciones a todos y les he invitado a helado de chocolate y mermelada de moras.

Luego me he metido en el jacuzzi y lo he tenido para mí sola durante mucho rato. Genial! Burbujas arriba, burbujas abajo. He intentado meterme en la sauna pero no entiendo el concepto, me agobia mucho y me dan unas bajadas de tensión impresionantes con solo abrir la puerta. Jacuzzi, definitivamente.

En el tren de vuelta a casa me he encontrado con Marta, mi querida Marta, y hemos hablado todo lo que hemos podido en los cinco minutos que duraba nuestro trayecto común. Es de las personas bonitas que me encontré durante mi año en Vilassar, sin duda. Compartimos un taller de danza y muchas horas en el instituto cuando preparaba la selectividad el año pasado. Ella, no yo. Claro.

Angeleta me ha regalado un velo de seda maravilloso que me tiene loca, arriba y abajo todo el día. He tenido algun pequeño accidente en casa cuando bailaba porque he tirado algunas cosas de las estanterías. Estoy pensando que me sobran muebles en el comedor. Básicamente todos. Necesito espacio para girar!

Pep me ha regalado una canción. Una de mis canciones favoritas, aunque él no lo sabía cuando me la ha mandado por correo. Me la he bajado al MP3 y ahora forma parte de la selección quincenal de música para generar buen rollo cuando voy por la calle. A veces me duran más de quince días. Otras duran menos. Algún día quizás me dé por publicar mis listas de éxitos. Gracias, Pep!

El día ha acabado con un espectaculo de flamenco contemporaneo que he ido a ver con Maite. Es una de mis locas pasiones. Mucho más que la mermelada de moras. Acabo de llegar y todavía tengo imágenes y sonidos en mi cabeza. Me ha gustado mucho ver como trabajaban con la mantilla de manera similar a como trabajamos nosotras con los velos. Y me ha encantado la discusión dialéctica de castañuelas porque me ha recordado nuestras discusiones dialécticas con crótalos. Las chicas me han gustado muchísimo pero el bailarín ha estado impresionante. No hay nada mejor que un hombre bailando bien. Ni siquiera la mermelada de moras. Ni siquiera el chocolate.

En estos momentos tengo ganas de ponerme mis tacones y bailar como las locas aunque me temo que mis vecinos llamarían a los mossos y no es cuestión…

Ha llovido, la luna crece y corre un brisa fresca.

Mañana más.

Escrito por nimue :: 00:16 ::
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