las lunas de Miranda

domingo, marzo 19, 2006

DESPUÉS DE FALLAS

falla de l'ajuntament 2006


Todo ha sido como lo recordaba. Millones de personas en las calles, música, pólvora, flores, chocolate, buñuelos… Me he tenido que volver antes del final de la fiesta pero estas pocas horas en Valencia han dado para bastante.

El viernes noche nos juntamos la gente de mi hermana, los de 20 tantos… y mi gente, de 30. Cena en el bar de la Asociación de Cazadores con cierto recochineo hacia mi persona vegetariana. Cuando yo era pequeña era un bar de señores viejos que fumaban puros. Lo cierto es que los dos sitios donde me llevó a cenar my sister me sorprendieron porque era muy cutres. Pero mucho!!! Creo que nunca había cenado en un sitio tan cutre y que conste que no es una crítica negativa, que cenamos la mar de bien! Y después a Valencia a ver fallas, a patear la ciudad, a ponernos al día de todo. La ofrenda floral estaba a medias pero visitamos a la Gepe como es preceptivo y dormimos muy poquito.
Así dormimos las pocas horas que nos correspondían: así, así y así.

Para recuperar fuerzas un chocolate con buñuelos en Santa Caterina donde casi tuvimos que luchar con espadas láser por sentarnos en una mesa. Pero valió la pena! Me moría de ganas de comer buñuelos de calabaza, los auténticos! Nos pusimos hasta arriba y cuando se nos acabaron seguimos pateando las calles, esquivando falleras que llevaban flores a la Virgen por callejones que solo nosotros conocemos mientras los guiris iban por las calles principales mapa en mano, atrapados entre millones de fervorosos valencianos.

Después de más de catorce horas arriba y abajo por la ciudad, sin dormir, con la barriga llena de buñuelos, a ritmo de petardo y pasodoble, estuve a punto de caer redonda, porque y cuando caigo, caigo. Pero al final me animé a ir a cenar al bar más raro donde he cenado nunca. Insisto, muy bien cenada. Y siguieron insistiendo y una cosa llevó a la otra y nos encontramos en casa de los amigos de mi hermana de pre-botellón.
Hasta que llegó la hora en que mi carroza se convirtió en calabaza para buñuelos, mi vestido en trapos y me fui a dormir dejándoles el encargo de que si encontraban al príncipe que me lo mandaran, que yo soy de rápido despertar...

El tiempo malo. Lluvia, frío… por suerte entre la Gepe y San José hacen lo posible para que no llueva durante la mascletà. El sábado fue extraordinaria y hasta que no acabó no empezó a llover. Luego paró durante la ofrenda y volvió a llover cuando acabó. Está todo previsto. Por eso sabemos que esta noche las Fallas se quemarán, y se quemarán bien, y llegará la primavera y se quemará lo viejo para recibir lo nuevo…

Me caigo de sueño…

Escrito por nimue :: 22:52 ::
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