las lunas de Miranda
jueves, septiembre 15, 2005
EL MISMO MAR
Escuchando:
My immortal, de
EvancescenceEs el mismo mar. Cada mañana lo miro, entre Sitges y Vilanova. Qué suerte. El mismo mar que tú. Más lejos. Las mismas sirenas locas. Los mismos cantos. Escucho. Observo. Quizás me engañan. Hay rocas cerca. Quizás me estrelle. Otra vez. No importa. Escucho. Es el mismo mar y te echo de menos. Hasta el fondo.
Busco en los bolsillos un resto de cristal, un resto de recuerdo de cristal roto, una piedra pequeña y mágica, un recuerdo cualquiera para no echarte de menos.
Me hago mayor y me siento en peligro. Sufro. Nadie sabe cuanto. Me falla una rodilla hoy. La maldita lesión de siempre. Demasido esfuerzo. Demasiado tiempo. Me falla una rodilla, me falla la voz, me fallo yo misma dos días por semana, cuando me acuerdo de ti. Los niños siempre serán pequeños. Yo me hago mayor y no hay suerte que me acompañe. Peter Pan se me muere de miedo entre las manos y te sigo echando de menos. A ti, a tus estrellas en un papel, a tus planes de luz.
Tus rizos locos como las sirenas locas que recolectan perlas locas entre las rocas locas. No hay solución y en realidad no importa. Como no importan los finales pobres, los inicios ricos, las mitades sensatas, las palabras vacías, echarte de menos. Demasiado pronto, demasiado tarde, demasiado ruido detrás de los espejos.
Solo me queda el mismo mar en dirección contraria. Como aquel baile no bailado en la calle.
Como un puente que se parte en medio de un ruido infernal.
Me dejaste escapar.
Tonto.
Escrito por nimue ::
22:36 ::
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