las lunas de Miranda

jueves, agosto 24, 2006

SOMOS VIENTO

Mauro Yrigoyen Fajardo


Hay días en que la mente me traiciona y me parece verte atravesando puertas.
Las espaldas de otra gente, las manos de otra gente, el pelo de otra gente… me equivocan, me engañan los colores como a las abejas tontas y entorno los ojos como las niñas miopes para descubrir que no eres tú.

Dice Paul Simon que hay 50 maneras de dejar un amante y escucho su canción con cautela por si las moscas… There must be fifty ways to leave your lover, fifty ways to leave your lover.

Bailo con Amparanoia... somos viento... Somos viento. Lo repito. Diría que lo repito mil veces pero pierdo la cuenta como las abejas miopes, como las niñas tontas... Somos viento... Canto, bailo... Somos viento...

Tú lo has hecho mal.
Yo peor.

Y viceversa.

Chaval.

Quisiera bailar contigo otra vez. Pero ya sabes.
Te escribí un cuento. Pero ya sabes. O quizás no.

Me fui.

Somos viento.

Escrito por nimue :: 20:10 ::
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lunes, agosto 21, 2006

POR LO QUE PUEDA PASAR...




Este verano raro que parece otoño…

Voy persiguiendo los rayos de sol y guardándolos en compartimentos intracelulares por lo que pueda pasar.

En temperaturas que rondan los 40º duermo como los ángeles del cielo de verano pero si baja la temperatura no hay suficiente ropa ni suficiente de nada para darme calor en la cama y me despierto helada y es muy desagradable. En invierno lo paso mal. Mucho.

Miro por la ventana suspirando por bajar a la playa. Bajo y me congelo. Me parece que me ha dado un poco de frío en los ojos que es la parte más delicada de mi anatomía y los tengo un poco enfermitos. Hay quien hereda una casa en la playa, hay quien hereda presión intraocular.

Pep me invita a que lo acompañe a comprar regalos para sus amigas. Gracias a la oración de San Cucufato encontramos lo que buscaba y nos metemos a comer en el Palacio del Jamón porque era el mal menor. Imaginad el resto de menús… gracias al eterno gazpacho de verano puedo comer algo. Nos reimos mucho, me regala un elefante de papel y una flor de peluche y encuentro los pendientes que buscaba.

Llega Raimon de Alemania. Primer día de fiestas de Gracia pasado por agua. Pero nos tomamos un te buenísimo. Cuando parece que se nos llevará el diluvio Mariona y Patrick se van a cenar shawarma y yo acompaño a Maite a la parada del bus porque ella no lleva paraguas y debajo del mío cabemos cinco.

Car y yo fomentamos nuestra adicción al café con bola de vainilla mientras nos explicamos nuestras cositas. Me comenta que San Cucufato también la ha ayudado a encontrar lo que buscaba. San Cucufato no falla nunca.

San Cucufato, San Cucufato
Los cojones te ato
Hasta que no lo encuentre
No te los desato.


Miro por la ventana, bailo la danza de los siete soles y funciona. Me voy volando a la playa. Es tan temprano que estamos solo dos abuelas, yo y muchísimas palomas feas y tontas. Pero hay sol, hay sol, hay sol… Poco a poco va llegando la gente. Miramos el horizonte un poco ausentes. Almaceno luz por lo que pueda pasar. La bandera cambia de roja a amarilla y los niños se meten corriendo y se los tragan las olas. Pero luego aparecen otra vez y casi todo el mundo suspira aliviado.

Recuerdo a Federico en el día de su asesinato. Releo Poeta en Nueva York y bailo un pequeño vals con Leonard Cohen: Now in Vienna there are ten pretty women. There's a shoulder where death comes to cry...

Cocino el pastel de cumpleaños de Raimon y parte de la población de L'H partimos rumbo Sabadell para la celebración. Somos casi treinta personas de lugares diferentes. Cuando llegamos no nos conocemos todos. De hecho, parece ser que la única que los conocía a todos era yo. Somos grupos diferentes con un elemento común, Raimon. Entre comer y beber vemos que tenemos más elementos en común y vamos mezclando grupos. El cava y la comida unen mucho. Joan-Jordi toca "Cumpleaños feliz" con el saxo mientras Raimon apaga las velitas de los tres pasteles, el mío, el de su madre y otro. Queda precioso. Mi pastel de chocolate ya es prácticamente legendario y que no es de extrañar que la gente tenga tendencias polígamas después de comerlo. Tres de nosotros acabamos la noche en el pub irlandés de mi barrio.

Rol en Terrassa. De paso inauguramos la casa nueva de René y Anabel. Cuando llegamos, Anabel me mete en la cocina y me invita a hacer otro pastel como el de Raimon. Clamor popular. Comemos, bebemos, jugamos, merendamos, comemos más, volvemos a beber y salvamos al mundo de otra Apocalipsis en una final de partida apoteósico.

Acabo de leer el fantástico libro La historia del amor que me recomendaron por un lado Albert y por otro Bea (un abrazo, guapa!). Larga conversación telefónica con Rafa y visita a los Piratas en el cine. Llama Anne Marie para recordarme que dentro de poco toca el curso de maestría de reiki. Visitas al gimnasio y al jacuzzi. Le receto a mi madre las flores de Bach que necesita porque no se encuentra demasiado bien. Según parece le cuesta encontrarlas en las farmacias valencianas. Aumento un poco el tiempo que dedico a las prácticas de meditación por la misma razón que almaceno luz de sol. Por lo que pueda pasar.

Continuo bailando un pequeño vals…

Por lo que pueda pasar...

Escrito por nimue :: 01:08 ::
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lunes, agosto 07, 2006

CINE

viatge a la lluna 1902


No tengo criterio cinematográfico. O sí. Soy capaz de ver casi cualquier cosa y voy al cine dos o tres veces por semana (durante el curso solo una) así que la mayoría de las veces acabo por hacerlo, por ver casi cualquier cosa.

En realidad mi criterio cinematográfico es como el de todo el mundo. Profundamente personal. Sé lo que me gusta y lo qué no. Sé con qué me lo voy a pasar bien y con que no. Y yo voy al cine a pasarmelo bien. Como todo el mundo, supongo. Eso quiere decir que soy capaz de ver una peli iraní en versión original (sí, Rafa, de aquellas en las que no pasa nada) y disfrutar muchísimo. Y al día siguiente ir a ver una de Leonardo Di Caprio y pasármelo igual de bien. Me gusta mucho el mundo Hollywood y me gustan mucho las pelis pequeñas que duran dos semanas en cartel.

Me encantan las películas con muchos efectos especiales, las de superheroes, las de piratas, las musicales, los dibujos animados, las argentinas, las en blanco y negro porque me encantan las divas de los cincuenta, las de amor, las de romanos, las de ciencia-ficción, las de risa, las de llorar, las de aventuras, sobre todo.

En mi Santísima Trinidad alternan Tim Burton, Woody Allen y la Pixar. No soporto los monos como animal en cualquiera de sus formas pero he visto todas las versiones de King Kong y de El planeta de los simios. No me gustan las de miedo porque siempre acabo teniendo pesadillas, ni las de guerra, ni las de catástrofes, ni las de juicios ni las de carreras de coches ni las de adolescentes con hormonas. Aunque he visto más de una y más de dos. Pero soy capaz de ver muchas veces seguidas Lo que el viento se llevó, Notting Hill y El señor de los anillos (las tres partes. En versión extendida). Me gusta el cine Bollywood, las explosiones, la Guerra de las Galaxias y Gene Kelly.

Me gusta ir sola al cine. No me gusta ir los fines de semana. Hay demasiada gente. Y prefiero ir a la primera sesión, la de las 4. Porque hay menos gente.
Y me gusta sentarme lo más cerca posible de la pantalla por los laterales. Porque hay menos gente y se ve igual de bien o mejor. No me gusta la gente en el cine. No tengo DVD en casa.

La semana pasada vi Y tú que sabes? Hacía mucho tiempo que me la estaban recomendado por todas partes y salí del cine entusiasmada. También vi Bandidas y me lo pasé muy bien.

No tengo criterio cinematográfico.

O sí.

Escrito por nimue :: 13:12 ::
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viernes, agosto 04, 2006

MERMELADA DE MORAS

Fabian Giclees


Esta mañana, después de mis tostadas con mermelada de moras, que como todo el mundo sabe es la más buena, he decidido ir al gimnasio. Como he llegado tarde a la actividad que me interesaba he subido al solarium a pasar un rato. La primera media hora me la he pasado animando al sol a asomarse por detrás de un edificio de oficinas muy feo que tenía delante. Me he imaginado a toda esa gente trabajando mientras yo tomaba el sol y escuchaba música. Como no quería ser cruel, en mi imaginación les he dado vacaciones a todos y les he invitado a helado de chocolate y mermelada de moras.

Luego me he metido en el jacuzzi y lo he tenido para mí sola durante mucho rato. Genial! Burbujas arriba, burbujas abajo. He intentado meterme en la sauna pero no entiendo el concepto, me agobia mucho y me dan unas bajadas de tensión impresionantes con solo abrir la puerta. Jacuzzi, definitivamente.

En el tren de vuelta a casa me he encontrado con Marta, mi querida Marta, y hemos hablado todo lo que hemos podido en los cinco minutos que duraba nuestro trayecto común. Es de las personas bonitas que me encontré durante mi año en Vilassar, sin duda. Compartimos un taller de danza y muchas horas en el instituto cuando preparaba la selectividad el año pasado. Ella, no yo. Claro.

Angeleta me ha regalado un velo de seda maravilloso que me tiene loca, arriba y abajo todo el día. He tenido algun pequeño accidente en casa cuando bailaba porque he tirado algunas cosas de las estanterías. Estoy pensando que me sobran muebles en el comedor. Básicamente todos. Necesito espacio para girar!

Pep me ha regalado una canción. Una de mis canciones favoritas, aunque él no lo sabía cuando me la ha mandado por correo. Me la he bajado al MP3 y ahora forma parte de la selección quincenal de música para generar buen rollo cuando voy por la calle. A veces me duran más de quince días. Otras duran menos. Algún día quizás me dé por publicar mis listas de éxitos. Gracias, Pep!

El día ha acabado con un espectaculo de flamenco contemporaneo que he ido a ver con Maite. Es una de mis locas pasiones. Mucho más que la mermelada de moras. Acabo de llegar y todavía tengo imágenes y sonidos en mi cabeza. Me ha gustado mucho ver como trabajaban con la mantilla de manera similar a como trabajamos nosotras con los velos. Y me ha encantado la discusión dialéctica de castañuelas porque me ha recordado nuestras discusiones dialécticas con crótalos. Las chicas me han gustado muchísimo pero el bailarín ha estado impresionante. No hay nada mejor que un hombre bailando bien. Ni siquiera la mermelada de moras. Ni siquiera el chocolate.

En estos momentos tengo ganas de ponerme mis tacones y bailar como las locas aunque me temo que mis vecinos llamarían a los mossos y no es cuestión…

Ha llovido, la luna crece y corre un brisa fresca.

Mañana más.

Escrito por nimue :: 00:16 ::
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martes, agosto 01, 2006

AMIGO LOBO




Siempre he tenido la sensación de estar atravesando cosas.
Una vez me hice una herida fea en la cabeza intentando atravesar un espejo enorme porque quería escaparme de alguna cosa. Cuando las cosas han funcionado de manera irregular me ha dado por atravesar desiertos y algun bosque. He atravesado mares, calles, alguna ventana. He ido a través de ojos, a traves de manos, a traves de páginas.
He atravesado ideas preconcebidas y postconcebidas, fantasmas y dilemas, inseguridades y certezas. He atravesado miedos suficientes como para reconocerlos cuando llegan. Nos reconocemos, nos miramos, nos retamos. A ver quién puede más.

Hubo bosques difíciles y supe que debía hacerme amiga del lobo. Odié a los cazadores y a los leñadores, según la versión. No recuerdo el golpe de Estado del 81 porque tenía 6 años pero sí que lloré cuando murió Felix Rodriguez de la Fuente aunque pasó un año antes. Supe que tenía que hacerme amiga del lobo porque sabía que algún día las brujas me secuestrarían. También sabía que conseguiría escapar porque era infinitamente más lista que ellas y además era amiga del lobo. Después alguien de mi gineceo familiar me presentó a las brujas buenas y algunas cosas cambiaron.

Hoy Car y yo hemos bajado a la playa pero hemos estado poco rato porque nos hemos encontrado con un acosador un poco lamentable. Le hemos tirado arena a la cara y nos hemos ido a almorzar. Hemos hablado de todo lo que se supone que debería asustarnos por diversas circunstancias y sin saber muy bien cómo (o sí…) hemos llegado a la conclusión de que es precisamente todo eso lo que nos convierte en personas afortunadas. Tenemos una gran habilidad para darles una patada en el culete a los conflictos. Para qué negarlo. El lobo es nuestro colega y nos comemos a las brujas malas con patatas.

Josep y yo nos conocimos con la mayoría de edad recien estrenada en la facultad de filología. Le recuerdo perfectamente porque siempre recuerdo muy bien la primera vez que veo a alguien a quien sé que voy a querer. Tenía el pelo largo y cara de travieso y empezamos a compartir millones de cosas. A él le gustaba la sintaxis que a mi me aburría mortalmente. Yo prefería escuchar historietas de señores medievales. Le dediqué mi segundo libro publicado y le quise para siempre. Ayer hablamos porque su madre se ha muerto. La recuerdo mirando el Montgó desde la cocina de su casa. Tenía 54 años. Desde el punto de vista filosófico entiendo su muerte. Desde el punto de vista de la tristeza de mi amigo, no. Ayer hablamos y nos sentimos desorientados. Como si atravesáramos un bosque con los ojos cerrados.

Escrito por nimue :: 22:12 ::
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